jueves, 24 de noviembre de 2011

Fuentes de primera mano

En esta dirección electrónica podéis conseguir gratuitamente textos en italiano de varios de los teóricos y biógrafos del arte y artistas de la Edad Moderna (italianos o no) y también de otros autores más recientes que tratan esos temas.

http://www.liberliber.it/home/index.php

lunes, 27 de junio de 2011

Pintura japonesa de inspiración budista: Mokuan Reien


Los cuatro durmientes del artista japonés Mokuan Reien, del período Muromachi, en tinta sobre papel, en un rollo colgante. Se data en el siglo XIV. Los cuatro durmientes son 3 personajes legendarios y excéntricos, además de un tigre. A dos de ellos se les identifica con las encarnaciones de los bodhisattvas Manjusri y Samantabhadra. La técnica es de influencia china, con la presencia de líneas finas para trazar los rasgos faciales y con ligeras difuminaciones de las tintas aguadas, con trazos fluidos. El estilo deriva de las tintas tradicionales de inspiración budista chan (zen japonés) de época de los Song Meridionales, denominadas wanglianghua o pintura de apariciones.


Prof. Dr. Julio López Saco

Más informaxción: www.asiahistoria.blogspot.com

viernes, 4 de febrero de 2011

Escultura coreana: Kwimyon





Las imágenes muestran máscaras coreanas de monstruo o Kwimyon, pertenecientes al período Silla (668-918), y cuya finalidad esencial era espantar los malos espíritus. Debido a su función protectora, se colocaba en los remates de las vigas de las casas. Estos ejemplos se encuentran en el British Museum de Londres. La primera pieza de las mostradas fue hallada en el antiguo templo Malbang (末房寺) en Kyongju, Corea del Sur, en 1926. Es un magnífico ejemplo que ilustra el florecimiento del budismo, y su demonología, en esta época de la historia de Corea.

Acerca de más ejemplos coreanos antiguos, véase http://www.asiahistoria.blogspot.com/


Prof. Dr. Julio López Saco
UCV-UCAB
4 de febrero del 2011


jueves, 3 de febrero de 2011

El alquimista de Longhi


Uno de los últimos exponentes de la pintura de la vieja Serenísima República de San Marcos fue Pietro Longhi. Pintor y grabador, autor de escenas costumbristas de fina ironía que le reportaron ganancias desde la década de 1740, crea, siguiendo un tanto las pautas de pintores como Watteau, una peculiar forma del "cuadro-conversación". En 1757, fecha en la que elabora este cuadro de madurez (tenía 56 años), Longhi llevaba un año siendo miembro de la Academia de Pintura y Escultura de Venecia.
Este óleo sobre tela tiene un tamaño de 61x50 cms y se halla en Ca'Rezzonico (Museo del Siglo XVIII veneciano). Llama la atención la figura principal, que nos trae a la mente a personajes de esos años, como el famoso Conde de Saint-Germain y el libro que porta el monje a su lado, donde está inscrito el nombre de uno de esos autores -considerados en este caso por algunos como apócrifo- alquimistas del medievo, Raimundus Lullius.